¿Tenés pechuga de pollo en la heladera y querés salir de la rutina? Esta receta de pechuga en salsa de champiñones es esa joyita de la cocina casera que nunca falla. Fácil de preparar, deliciosa, con ingredientes simples y perfecta para toda la familia. Además, la salsa es tan rica que vas a querer mojar hasta el último pedazo de pan.
Lo mejor es que esta receta no necesita horno, se hace toda en una sartén y te deja con una comida de restaurante lista en 30 minutos. ¡Ideal para el almuerzo o una cena especial sin complicarte la vida!

Ingredientes que vas a necesitar (para 4 porciones)
Para las pechugas:
- 2 pechugas de pollo grandes (fileteadas o abiertas en mariposa)
- Sal y pimienta al gusto
- 1 cucharadita de ajo en polvo (opcional)
- 1 cucharadita de pimentón dulce o paprika
- 2 cucharadas de aceite de oliva o manteca
Para la salsa:
- 250 g de champiñones frescos (blancos o portobello, limpios y en láminas)
- ½ cebolla blanca o morada, picada finamente
- 2 dientes de ajo picados o rallados
- 1 taza de crema de leche o nata para cocinar (puede ser light)
- ½ taza de caldo de pollo (mejor si es casero)
- 1 cucharada de mostaza Dijon (opcional)
- Sal y pimienta al gusto
- Un toque de nuez moscada (opcional)
- Perejil fresco picado (para decorar)
Paso a Paso Detallado
1. Prepará las pechugas
Primero, secá bien las pechugas con papel absorbente. Esto ayuda a que se doren mejor. Luego salpimentalas y espolvoreá con el ajo en polvo y pimentón.
Consejo: Si tenés tiempo, mariná el pollo durante 30 minutos en jugo de limón, ajo picado y un chorrito de aceite de oliva. Queda mucho más jugoso y sabroso.
En una sartén grande, calentá el aceite de oliva o la manteca y cociná las pechugas de ambos lados, unos 5-6 minutos por lado, o hasta que estén bien doradas y cocidas en el centro.
Retiralas y reservá tapadas para que mantengan el calor.
2. Salteá los champiñones
En la misma sartén, agregá un poco más de aceite o manteca si hace falta, y salteá la cebolla y el ajo hasta que estén transparentes. Luego incorporá los champiñones y cociná a fuego medio-alto por 5-7 minutos, revolviendo ocasionalmente, hasta que estén doraditos.
Tip pro: Si querés darle un toque más gourmet, podés desglasar la sartén con un chorrito de vino blanco seco y dejar que se evapore el alcohol antes de añadir la crema. Esto potencia el sabor de la salsa.
3. Prepará la salsa
Una vez los champiñones estén listos, bajá el fuego y agregá la crema de leche, el caldo de pollo y la mostaza Dijon si decidís usarla. Condimentá con sal, pimienta y una pizca de nuez moscada (va genial con la crema).
Cociná todo a fuego bajo durante 5 a 8 minutos, revolviendo suavemente, hasta que la salsa espese y tenga una textura sedosa.
¿Querés una salsa más espesa? Podés disolver una cucharadita de maicena en un chorrito de agua fría y añadirla a la salsa.
4. Sumá el pollo a la salsa
Volvé a poner las pechugas en la sartén con la salsa. Tapá y dejá que se cocinen unos 5 minutos más a fuego bajo. Esto va a permitir que el pollo absorba todo el sabor de la salsa.
Espolvoreá con perejil fresco y ¡listo para servir!
Opciones de acompañamiento
Esta receta es súper versátil. Acá van algunas ideas que combinan perfecto:
- Puré de papas cremoso
- Arroz blanco o con verduras
- Fideos con manteca y queso
- Papas rústicas al horno
- Zanahorias glaseadas o espárragos al vapor
- Pan casero para mojar en la salsa
Variaciones de la receta
- Versión light: Usá pechuga grillada sin grasa y crema light o yogur natural espeso. También podés saltear los champiñones sin manteca.
- Versión keto o low carb: Acompañá con coliflor al vapor, zoodles (fideos de calabacín) o ensalada fresca.
- Con queso: Justo antes de servir, espolvoreá con queso parmesano o mozzarella rallada. Se derrite y queda brutal.

¿Se puede guardar o congelar?
¡Claro que sí! Podés guardar las sobras en un recipiente hermético en la heladera hasta 3 días. Para congelar, dejá enfriar completamente y guardá en bolsas o tuppers. Al recalentar, hacelo a fuego bajo para que la salsa no se corte.
Tip extra: Si la salsa se espesa demasiado en la heladera, agregá un chorrito de leche o caldo al recalentar.
Preguntas frecuentes
¿Puedo usar pechugas congeladas?
Sí, pero asegurate de descongelarlas completamente antes de cocinarlas, para que queden parejas y jugosas.
¿Puedo usar champiñones enlatados?
Podés, pero los frescos dan mejor sabor y textura. Si usás enlatados, escurrilos bien y enjuagalos antes de saltear.
¿Sirve con muslos o contramuslos?
¡Obvio! Solo tené en cuenta que los muslos requieren un poco más de cocción para quedar bien tiernos.
Una receta que nunca falla
Esta pechuga en salsa de champiñones es una de esas recetas comodín que siempre te sacan del apuro y te hacen quedar como un chef. Su sabor cremoso y reconfortante conquista a chicos y grandes, y combina con cualquier guarnición. Además, se puede adaptar a lo que tengas en casa.
Animate a prepararla y compartí este plato en familia, que como decimos por acá: "con buena comida, todo se arregla".