¿Hay algo más reconfortante que el aroma de pan recién horneado? Ahora imagina ese pan con un relleno cremoso de queso fundido y jamón jugoso… ¡Simplemente irresistible!
El pan relleno de jamón y queso es esa receta versátil que siempre salva el día: ideal para una cena informal, una merienda especial o como estrella en tus reuniones. Lo mejor es que no necesitas ser un experto en la cocina para prepararlo. Con ingredientes básicos y un poco de amor, lograrás un pan que todos querrán repetir.
¿Qué lo hace tan especial? Su textura: una corteza dorada y crujiente que da paso a un interior suave, con el queso derritiéndose entre capas de jamón. Cada mordida es puro placer.
¿Y sabes qué es aún mejor? Puedes personalizarlo a tu gusto: prueba con distintos quesos, añade especias o incluso un toque de mostaza. Aquí te comparto una receta detallada para que te luzcas desde el primer intento.
¡Vamos al grano! Precalienta el horno y prepárate para llenar tu cocina de sabor y aplausos!
Ingredientes (para 1 pan grande o 2 medianos)
Para la masa:
500 g de harina de trigo (tipo 000 o 0000)
10 g de levadura seca (o 30 g de levadura fresca)
250 ml de agua tibia
1 cda. de azúcar
1 cdta. de sal
3 cdas. de aceite de oliva
Para el relleno:
200 g de jamón cocido en lonchas (elige tu favorito: pavo, ahumado, etc.)
200 g de queso (mozzarella, gouda, cheddar o una mezcla al gusto)
Para dorar:
1 huevo batido
Orégano o hierbas secas (opcional, para un aroma delicioso)
Paso a Paso para un Pan Perfecto
- Activa la levadura
En un bol pequeño, mezcla el agua tibia con el azúcar y la levadura. Importante: el agua debe estar tibia, no caliente, para no inactivar la levadura. Deja reposar 10 minutos hasta que espume. Si no lo hace, prueba con otra levadura.
- Prepara la masa
En un bol grande, pon la harina y la sal. Haz un hueco en el centro y añade la mezcla de levadura y el aceite de oliva. Mezcla primero con una cuchara y luego con las manos hasta que se forme una masa.
Lleva la masa a una superficie enharinada y amasala durante unos 10 minutos. Busca una textura suave, elástica y ligeramente pegajosa.
Tip útil: Si la masa está seca, añade un poco más de agua. Si está muy pegajosa, espolvorea harina con cuidado.