¿Te imaginas disfrutar de un helado casero sin necesidad de heladera y con solo tres ingredientes? ¡Es posible! Este helado de vainilla es cremoso, delicioso y muy fácil de preparar. Ideal para acompañar tus postres favoritos o simplemente para darte un capricho refrescante.
Porciones: 4 personas
Tiempo de preparación: 10 minutos
Categoría: Postres
Dificultad: Fácil
Ingredientes
300 g de nata líquida para montar (bien fría)
1 cucharada de esencia de vainilla
200 g de leche condensada
Preparación paso a paso
- Monta la nata:
En un bowl grande, vierte la nata bien fría. Usa una batidora de varillas a velocidad media-alta hasta que esté semimontada, con una textura firme pero aún cremosa. - Añade la vainilla:
Incorpora la esencia de vainilla y mezcla suavemente a velocidad baja para que se integre sin perder volumen. - Incorpora la leche condensada:
Añade poco a poco la leche condensada y mezcla con una espátula o varillas haciendo movimientos envolventes hasta obtener una mezcla homogénea y suave. - Congela:
Vierte la mezcla en un recipiente hermético o molde metálico. Cubre con papel film tocando la superficie para evitar cristales de hielo. Congela por al menos 6 horas, o hasta que esté bien firme. - Sirve y disfruta:
Saca el helado del congelador unos minutos antes de servir para que tenga una textura perfecta. Puedes acompañarlo con galletas, frutas, sirope de chocolate… ¡lo que más te guste!
Tips para un resultado perfecto
Asegúrate de que la nata esté bien fría para que monte correctamente.
El truco del film transparente evita que se formen cristales y mantiene la textura cremosa.
Para un sabor diferente, añade una pizca de canela o un poco de ralladura de limón.