Gelatina Esponja de Mango: Suave, Ligera y Súper Refrescante

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¿Te encantan los postres frescos, ligeros y con mucho sabor a fruta? Entonces esta gelatina esponja de mango te va a enamorar. Es como una nube tropical que se derrite en la boca, con ese aroma dulce e irresistible del mango natural. Perfecta para consentir a la familia sin complicarte la vida.

Y lo mejor: es muy fácil de hacer, queda preciosa en presentación, y es ideal tanto para reuniones como para guardar en la heladera y disfrutar cuando quieras. Hoy te comparto la receta paso a paso, junto con varios trucos para que te quede esponjosa, con buena textura y sin grumos.

Ingredientes

Para la base de gelatina esponja:

  • 1 sobre de gelatina de mango (120 g aprox)
  • 1 taza de agua caliente
  • 1 taza de agua fría
  • 1 taza de mango natural en puré (bien maduro)
  • 1 lata de leche evaporada bien fría (refrigerada por mínimo 4 h)
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)

Opcional para decorar:

  • Cubos de mango fresco
  • Hojitas de menta
  • Un poco de crema batida

Cómo preparar gelatina esponja de mango

1. Prepará el puré de mango

Pelá y cortá 2 o 3 mangos bien maduros. Procesalos o licualos hasta obtener un puré suave. Reservá una taza para la mezcla.

Tip extra: Si querés intensificar el sabor, agregá unas gotitas de jugo de limón al puré. Realza el dulzor del mango.

2. Disolvé la gelatina

En un bowl, verté la gelatina de mango en polvo. Agregá 1 taza de agua caliente y revolvé bien hasta disolver completamente los cristales. Luego, incorporá 1 taza de agua fría.

Truco clave: Disolvé bien para que no queden grumos, y dejá entibiar a temperatura ambiente (no la uses muy caliente para evitar que la leche se corte).

3. Licuá la mezcla

En la licuadora, agregá:

  • 1 taza del puré de mango
  • La gelatina ya disuelta y entibiada
  • La lata de leche evaporada fría
  • (Opcional) unas gotas de esencia de vainilla

Licuá por 1–2 minutos hasta que esté todo bien integrado. Notarás que la mezcla empieza a espumar: ¡eso es lo que va a generar la textura esponjosa!

4. Volcá en un molde

Verté la mezcla en un molde grande o en moldes individuales. Si querés que desmolde fácilmente, podés engrasar apenas con aceite en spray o pasarle un poquito de agua fría antes de agregar la mezcla.

Presentación: Usá moldes de silicona con formas bonitas o una flanera tradicional.

5. Refrigerá hasta que cuaje

Llevá a la heladera por al menos 4 horas, o hasta que esté completamente firme. Lo ideal es dejarla toda la noche.

6. Desmoldá y decorá

Pasá un cuchillo fino por los bordes del molde, sumergí la base en agua tibia por unos segundos y desmoldá con cuidado.

Decorá con cubos de mango fresco, un toque de crema batida o unas hojitas de menta si querés una presentación más elegante.

Consejos para una gelatina perfecta

  • Usá leche evaporada fría, recién sacada del refri. Así al licuarla con la gelatina, se airea y queda más espumosa.
  • No agregues gelatina caliente al puré o a la leche, porque puede alterar la textura. Esperá que esté tibia o a temperatura ambiente.
  • Si te gusta más dulce, podés agregar una cucharada de leche condensada a la mezcla antes de licuar.
  • Para una textura más firme, podés usar gelatina sin sabor adicional (5 g disuelta en 1/4 taza de agua) junto con la de mango.
  • También podés agregar trocitos de mango dentro de la gelatina justo antes de que empiece a cuajar, para que quede con textura.

¿Por qué amamos esta receta?

  • Porque es ligera pero sabrosa, ideal para los que no quieren postres pesados.
  • Porque tiene fruta natural, lo que le da un sabor más auténtico.
  • Porque es económica, rinde mucho y se puede preparar con anticipación.
  • Porque se ve bonita en la mesa y a todos les encanta, ¡especialmente a los chicos!
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¿Se puede congelar?

No se recomienda congelar esta gelatina porque al descongelarla pierde su textura esponjosa. Lo mejor es conservarla en la heladera hasta por 3 días, bien tapada.

Variaciones que podés probar

  • Gelatina esponja de fresa: reemplazá el mango por puré de frutilla.
  • Gelatina bicolor: hacé una capa con esta receta y otra con gelatina simple de mango o de coco.
  • Con yogur natural: reemplazá parte de la leche evaporada por yogur para una versión más ácida y fresca.
  • Versión sin azúcar: usá gelatina sin azúcar y mango natural sin añadir endulzantes.

En resumen…

La gelatina esponja de mango es uno de esos postres que sorprenden por su sencillez y frescura. Es cremosa, aireada, con un sabor tropical que enamora. Además, es rendidora y queda genial para fiestas, sobremesas o cuando tenés antojo de algo dulce sin culpa.

Animate a prepararla y contame cómo te quedó. Si querés, también puedo pasarte la versión en video, en fichas imprimibles o con medidas para porciones más chicas.

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