Cómo Preparar un Cobbler de Durazno Casero Paso a Paso

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Nada dice “hogar” como el aroma de un cobbler de durazno horneándose. Esta receta, llena de sabor y tradición, es perfecta para compartir en familia. Te guiaré paso a paso para que te quede espectacular.


Paso 1: Prepara la Masa

  1. En un tazón grande, tamiza 2 ½ tazas de harina.
  2. Agrega la manteca vegetal y usa un cortador de masa o ganchos para mezclar hasta obtener una textura similar a migas gruesas.
  3. Añade ⅓ taza de agua con hielo y mezcla hasta formar una masa suave y compacta.
  4. Envuelve la masa en plástico y llévala al refrigerador por 45 minutos.

Paso 2: Haz el Relleno de Durazno

  1. En una olla amplia, combina duraznos en rodajas, 1 ½ tazas de agua, azúcar, canela y nuez moscada.
  2. Cocina a fuego medio-alto hasta que la mezcla comience a hervir suavemente.
  3. Incorpora la mantequilla y un toque de extracto de vainilla. Mezcla bien hasta que todo se derrita y combine.
  4. En un tazón pequeño, mezcla 3 cucharadas de harina con ½ taza de agua fría, formando una especie de papilla.
  5. Agrega esta mezcla al relleno poco a poco, sin dejar de revolver. Baja el fuego y cocina hasta que espese.

Paso 3: Hornea los Cuadraditos de Masa

  1. Saca la masa del refrigerador y divídela en dos partes iguales.
  2. Estira una mitad sobre una superficie enharinada y córtala en cuadritos de unos 2.5 cm.
  3. Coloca los cuadraditos en una bandeja y hornea a 190 °C por unos 7 minutos, hasta que se doren ligeramente.

Paso 4: Arma y Hornea el Cobbler

  1. Vierte el relleno de durazno caliente en una fuente para hornear de 33 x 23 cm.
  2. Añade con cuidado los cuadritos de masa prehorneados, mezclándolos suavemente con el relleno.
  3. Estira la otra mitad de la masa y córtala en tiras largas.
  4. Coloca las tiras encima formando un enrejado.
  5. Hornea a 190 °C durante 40 minutos, hasta que la superficie esté doradita y el relleno burbujee con alegría.

Deja reposar unos minutos antes de servir. Este cobbler es simplemente delicioso cuando está tibio, especialmente si lo acompañas con una bola de helado de vainilla.

¡Disfruta de este clásico sureño que sabe a hogar y recuerdos felices!

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