Si eres amante de los postres cremosos con un toque irresistible de chocolate y mantequilla de maní, este cheesecake es para ti. Sigue este paso a paso y sorprende a todos con una delicia que parece de pastelería, pero es muy fácil de hacer en casa.
Paso 1: Preparar la base
Coloca la mezcla de galletas en el fondo de un molde desmontable y presiona firmemente para formar una base compacta. Luego, refrigera durante 30 minutos para que se endurezca.
Paso 2: Hacer el relleno
Bate el queso crema junto con la mantequilla de maní y el azúcar glas hasta obtener una mezcla suave y sin grumos. Agrega la crema para batir, los huevos y la esencia de vainilla. Mezcla todo hasta que esté completamente integrado.
Paso 3: Hornear el cheesecake
Vierte la mezcla del relleno sobre la base ya fría. Lleva al horno precalentado a 160°C y hornea entre 50 y 60 minutos. El centro debe estar firme al tacto, pero con un ligero movimiento al agitar. Deja enfriar a temperatura ambiente antes de meterlo en el refrigerador.
Paso 4: Preparar la cobertura
Derrite el chocolate negro con la crema para batir, ya sea a fuego lento o en el microondas. Añade la mantequilla de maní y mezcla bien hasta que quede una cobertura lisa y brillante.
Paso 5: Decorar
Una vez frío, cubre el cheesecake con la mezcla de chocolate. Usa una espátula para distribuirla de manera uniforme. Agrega trocitos de maní y chocolate picado por encima para darle un toque crujiente y decorativo.
Paso 6: Refrigerar y servir
Lleva el cheesecake al refrigerador por al menos 4 horas, o mejor aún, déjalo toda la noche. Una vez bien frío, estará listo para servir. ¡Y prepárate para los halagos!
Tips para un cheesecake perfecto
- Base firme: Presiona muy bien la mezcla de galletas para evitar que se desmorone al cortar.
- Ingredientes a temperatura ambiente: Asegúrate de que el queso crema y los huevos no estén fríos antes de comenzar.
- No abrir el horno: Mantén la puerta cerrada durante el horneado para evitar grietas.
- Más frío, más rico: Cuanto más tiempo pase en la nevera, mejor será la textura y el sabor.
Conclusión
Este cheesecake de mantequilla de maní y chocolate no solo es fácil de preparar, sino que es un verdadero deleite para el paladar. Su base crujiente, su relleno cremoso y su cobertura intensa lo convierten en un postre irresistible. ¡Anímate a hacerlo y disfruta cada bocado!