Rinde: 16 bollitos
Tiempo de preparación: 10 minutos
Tiempo de cocción: 20 minutos
Categoría: Panadería casera
Ingredientes
- 175 ml de leche tibia
- 3 huevos
- 12 g de levadura fresca de panadería
- 75 g de azúcar
- 10 g de sal
- 100 g de mantequilla sin sal (a temperatura ambiente)
- 500 g de harina de trigo de fuerza
- 1 huevo + 25 ml de leche (para pincelar)
Preparación paso a paso
Los bollitos de leche —también conocidos como panecillos suizos o pan de leche— son un clásico irresistible. Suaves, esponjosos y con un sabor delicado que encanta a todos. ¡Perfectos para el desayuno o la merienda!
- Activa la levadura:
Disuelve la levadura fresca en la leche tibia. - Prepara la mezcla líquida:
Bate los huevos con el azúcar hasta que estén bien integrados. Agrega esta mezcla a la leche con levadura. - Forma la masa:
Incorpora la harina, la mantequilla ablandada y la sal. Mezcla bien y amasa durante unos 5 minutos, hasta obtener una masa homogénea y elástica. - Primer levado:
Coloca la masa en un bol ligeramente engrasado con mantequilla o aceite. Cubre con un paño limpio y deja reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que doble su tamaño. - Forma los bollitos:
Una vez levada la masa, pásala a una superficie enharinada. Divide en 16 porciones iguales (o menos si prefieres bollitos más grandes). Dales forma redonda o alargada, tipo croqueta. - Segundo levado:
Coloca los bollitos sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal. Cúbrelos con un paño y deja que fermenten otras 2 horas, hasta que hayan crecido bien. - Hornea:
Precalienta el horno a 180 °C (con calor arriba y abajo). Mezcla el huevo con los 25 ml de leche y pincela suavemente los bollitos. Haz un corte longitudinal o algunos cortes diagonales en la superficie para que suban mejor. - Cocción:
Hornea durante 20 minutos o hasta que estén dorados y su superficie tenga un bonito brillo. - Enfriado:
Retira del horno y deja enfriar sobre una rejilla.
¡Y listo! Ya puedes disfrutar de estos deliciosos bollitos de leche, perfectos para acompañar con mantequilla, mermelada o simplemente solos.
¿Te animas a probarlos?